La creatina es el compuesto formado por aminoácidos más investigado y utilizado durante décadas en la nutrición deportiva. Transporta la fuente de energía número uno del músculo, disponible por tiempo limitado, el fosfato de creatina (CP). Esto también explica su inquebrantable popularidad entre los atletas de competición y aficionados. En promedio, dependiendo del deporte y los objetivos, se consumen de 2 a 10 g de creatina al día (dosis más altas, divididas en varias tomas).

Incluso el consumo diario de 3 g de creatina puede aumentar el rendimiento físico durante ejercicios cortos e intensos. ¡Además! Nuestro cuerpo también puede utilizar la creatina en otras áreas: tiene un efecto positivo en la función cerebral, el sueño, la recuperación, y su consumo regular puede aliviar problemas mentales.

El consumo diario de creatina no solo es beneficioso para los veinteañeros. Incluso después de los 55 años, 3 g de creatina al día pueden aumentar el efecto del entrenamiento de resistencia sobre la fuerza muscular, es decir, mejora tu rendimiento si realizas entrenamiento con pesas al menos tres veces por semana, con al menos el 65-75 por ciento de tu carga máxima (el peso que puedes levantar de 4 a 6 veces seguidas).